El Palo Gordo (Sede de la O.C.C.C)
En el Bulevar de Cienfuegos, en la esquina de San Fernando y Hurruitinier, existe un inmueble que puede considerarse, si no el único, al menos uno de los pocos de la ciudad que desde su creación hasta la fecha ha realizado la misma función social, comercio: actual Tienda “La Principal”.
Pero como todo tiene sus antecedentes, la historia comienza cuando en 1822 Carlos Genaro, funda “El Palo Gordo”, señalándolo como el primer establecimiento comercial de Cienfuegos. La institución fue una de esas casas que hacen época no solo por su antigüedad en el giro, sino por la forma de proyectarse en la sociedad, por la calidad de sus productos y por el fastuoso inmueble que ocupaba; allí se podía encontrar mercancía para todos los gustos y de diferentes precios, asequibles a todas las capas de la sociedad de consumo. El Palo Gordo alcanzó fama a todo lo largo del territorio de la antigua provincia de Las Villas y llegó a convertirse en uno de los más temibles rivales del giro con quien tenían que luchar sus similares de la capital. Pero tal majestuosidad se desploma cuando el 8 de noviembre de 1912 se desata un incendio en el edificio y aunque las fuerzas de la policía y los dependientes trataron de salvar la mayor cantidad de mercancía posible, la edificación queda prácticamente en ruinas.
A partir de aquel entonces el impulso cobra valía y este inmueble es reconstruido con nuevos cánones estéticos atribuido, según especialistas, al arquitecto cienfueguero Pablo Donato Carbonell en apenas un año y seis meses e inaugurado el 4 de julio de 1914, con un servicio de tienda y almacenes en la planta baja, residencial en el segundo nivel y en el tercero un ático. Posteriormente en la década del 30 del pasado siglo 20 pasó a la compañía norteamericana SEARS. Después del triunfo revolucionario se nacionalizó y fue convertido en un Mercado de Artículos Industriales.
Esta construcción de indudable majestuosidad, acoge en su segundo nivel a la Oficina del Conservador de la Ciudad desde el 2008 y aún se puede observar los múltiples detalles decorativos que deja patente el principio del respeto por el orden y la preocupación por la imagen proyectada hacia los espacios públicos, ejemplo de ello son las dos V entrelazadas que se observan sobre los arcos de medio punto a manera de elementos decorativos, las mismas representan las iniciales del gerente fundador Vicente Villar, utilizados por el deseo del dueño de perpetuar su nombre y que el mismo trascienda a la posteridad.
Aún esta joya de valores arquitectónicos e históricos desafía el tiempo desde la esquina de San Fernando y Hurruitinier abriendo sus puertas a la misma función social que la ha caracterizado, comercio.
FOTO:ARCHIVO OCCC
6 comentarios
Diego de la Llave -
rainer arbelo -
Javier Carballal -
Javier Carballal -
Javier Carballal -
Diego de la Llave -
Es muy curioso, estoy en este momento comenzando una novela inspirada en determinadas experiencias familiares, y el comienzo no es otro que la vuelta de un antepasado, don Genaro Rodíguez Mier, que fue propietario del "Palo Gordo".
Siempre vi en el despacho de mi abuelo, una foto de época del establecimiento, y encontrar esta entrada me ha parecido fascinante. Se la reenviaré a mi Abuelo, que le hará mucha ilusión.
Un abraoz desde españa