El himno de Cienfuegos
El himno de Cienfuegos fue compuesto por el músico español José Mauri con motivo del primer centenario de la fundación de la ciudad en 1819.
Este himno lo interpretó por primera vez la Banda Municipal de Cienfuegos en la noche del 19 de abril de 1919, en la velada del teatro Terry, donde fue cantado después por el Orfeón anexo a la Sección de Filarmónica de la Asociación de Dependientes y al terminarse el acto volvió a cantarlo en el Parque ante el Monumento de Martí y después se interpretó en cada uno de los eventos que se efectuaron durante aquellos festejos.
En tu escudo, Cienfuegos, aún brillan las palabras de austera virtud con que el prócer de Jagua ha nimbado tu blasón y tu historia de luz.
Gloria a ti, la ciudad laboriosa, y a tus campos amados del sol! …
Pueblo grande de Dios bendecido por tu fe, trabajo y unión.
Recios nautas a Cuba trajeron, con la espada y la cruz nueva luz,
y con solo su unión consiguieron imponernos la espada y la cruz! …
Almas libres de América, ardiendo en afanes de liberación,
empapando de sangre la tierra, libres fueron con solo su unión.
Libres ya, y olvidando el agravio procurando el patriótico bien,
rompió el suelo y echó la simiente
en el surco el jagüero doquier …
(se repite el coro)
Hace un siglo! … Tendida en la costa
cual sultana del mar, tu perfil fue adquiriendo contornos de grande;
tu grandeza fue tu único fin …
Por tu fe, ya la patria te aclama;
por tu unión, eres voz en la fama;
y tu rudo trabajo, reclama ;
en tu escudo tu lema de luz.
Y así, noble, ubérrima y libre,
siempre ansiosa de paz y de amor,
por la clara visión de sus hombres,
es Cienfuegos la amada del sol.
(se repite el coro)
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